Hola! Soy Silvia Candame y me siento tremendamente agradecida de que hayas llegado hasta aquí.

Respira profundamente, toma aire con tranquilidad, relájate y deja que te cuente algo sobre mi.

“Me siento bien cuando ayudo a los demás”

Mi perfil psicológico es el de “Ayudadora”, quizá por eso quería ser enfermera; todo cambió cuando un día, por casualidad, contemplé a unas hermosas mujeres, elegantes y esbeltas en las imágenes retransmitidas por TV de la Semana de la Moda de París, boquiabierta y absorta, soñé ser como ellas.
Finalicé mis estudios y comencé a formarme en Estilismo y Diseño de Moda al mismo tiempo que, gracias a mi constitución física, alta y esbelta, hacía mis primeros progresos sobre las pasarelas.

“Mi carrera profesional siempre ha estado vinculada al mundo de la imagen y la moda”

Me mudé definitivamente a Barcelona, allá por el 1989, sola y con una enorme maleta cargada de grandes sueños, ilusión y ambición. Quería comerme el mundo!
Mi largo recorrido en la moda, me permitió adquirir y desarrollar conocimientos en distintos ámbitos del sector, convirtiéndome en lo que soy una profesional “multidisciplinar” que acumula estudios de estilismo, asesoría de imagen, maquillaje, peluquería, estética, marketing, relaciones públicas, comunicación e imagen de marca.He tenido la fortuna de poder formarme en las mejores escuelas internacionales y con algunos de los profesionales más relevantes del momento y trabajar para las principales firmas de moda nacionales e internacionales.

“En contínuo cambio”

La vida es una fuente inagotable de enseñanza, viví en la distancia el proceso de cáncer que sufrió un familiar directo muy querido y con mucho peso en nuestra pequeña familia;sentir la frustración de estar lejos y no poder aportar soluciones, conocer sus cambios físicos, sin apenas tener tiempo a reaccionar, han sido un duro aprendizaje pero también, una fuente de motivación. Seguir buscando alternativas para que las mujeres podamos “vernos bien para sentirnos mejor” en cualquier momento, circunstancia y situación, es y sigue siendo un reto para mi. Esta vivencia, me acercó a la oncoestética y a los tratamientos de maquillaje semipermanente para cejas, ojos y labios en los que he centrado mi formación en los últimos años.

“Nada más bello que tomar la decisión de ser tu misma”

Tras mi extenso paseo por la moda, colaborar como especialista en varias firmas de cosmética y pasar más de diez años detrás de los focos en distintos platós de rodaje de Barcelona, Madrid y algunas de las principales capitales europeas, superar varias crisis personales y profesionales, haber sentido el vértigo del abismo desde la más absoluta profundidad y soledad del ser, con la experiencia y formación acumuladas, me propuse una misión: “Ayudarte a que te sientas a gusto contigo misma y conseguir que brilles como una celebritie caminando sobre la alfombra roja”. Trabajaremos mano a mano, de forma íntima y personal, para que juntas, resolvamos las dudas, superemos desconfianza e inseguridad y podamos ofrecer la mejor versión de ti, utilizando la moda para favorecerte sin empañarte, sin disfraces, sin complejos, desde la aceptación.

“Mi mantra: aceptación, confianza, confirmación, motivación, actitud y pensamiento positivo”

Dedicar tiempo a uno mismo, tomarse el tiempo para escucharnos, conocernos, nos ayuda a reencontrarnos con nuestra esencia, nuestra energía, con nuestro ser para poder mirarnos a los ojos frente al espejo y sonreír con la tranquilidad y la calma que te proporcionan reconocerte a ti mismo y amarte desde la verdad más sincera y absoluta.

Comienza el viaje, ¿me acompañas?

Mi experiencia con el Cáncer

El 31 de Enero del 2021, durante mi masaje diario en el pecho, noté un bulto, al pasar sobre él sentí dolor, sin dudarlo, me planté en la consulta de mi ginecóloga la Dra Carballo, quien me asesoró en primera instancia y me facilitó todos los volantes para realizar todas las pruebas necesarias para conseguir un diagnóstico certero.

Durante el tiempo de incertidumbre, mantuve la calma, sin alarmar a mi familia, a pesar de que, mi intuición y la conexión tan fuerte que mantengo con mi cuerpo, me marcaban un diagnóstico, al que sólo le faltaba confirmación médica. Cuando llegó el resultado de la biopsia, ya no hubo dudas: “Cáncer de mama hormonal en estadio 2”

Fue la Dra Julia Rodríguez, cirujana especializada en cáncer de mama, quien me trasladó los resultados y el diagnóstico definitivo, además de facilitarme toda la información acerca de la cirugía, las opciones de tratamiento, así como de los distintos test que se pueden realizar sobre la muestra extraída para obtener todo el aspecto genético del tumor y los argumentos necesarios de peso para la elección del camino más favorable para mi caso.

El tumor era pequeño, lo había detectado a tiempo, pero requería actuar con rapidez, de esta forma evitaría daños mayores.

Antes de recibir toda la información, ya había decidido no someterme a quimioterapia, trasladar mi decisión a mi familia generó una gran controversia, sentí que no se entendía ni respetaba mi decisión, me sentí incomprendida y sola.

Todo el proceso ha sido como una montaña rusa, un volcán de emociones y reacciones propias y ajenas de las que no puedes desvincularte, ni desentenderte.

He tenido que profundizar en el conocimiento de los componentes tóxicos que se utilizan en cosmética para seleccionar las cremas más apropiadas para mi cuerpo, rostro y, por supuesto para la zona tratada quirúrgicamente y con radioterapia. Leí sobre alimentación, tomé decisiones drásticas para evitar procesos inflamatorios que puedan favorecer la aparición de nuevos focos tumorales. Cambié mi rutina deportiva y volví a traer la meditación a mi vida.

Necesité apoyo psicológico en algunos momentos y fue un alivio contar con la experiencia de la AECC (con quienes colaboro activamente desde hace años) y con el equipo de apoyo para pacientes oncológicos del CHUAC, todos estos servicios son totalmente gratuitos y están disponibles para todos los pacientes oncológicos.

Durante todo este proceso, mi pareja se mostró muy poco empático, exigente y demandante de atención, le molestaba que quisiera pasar tiempo con mis amistades, con mi familia… sólo cuando afronté este reto con ayuda profesional, pude entender porqué se comportaba así y dejar de culparme por sus reacciones desmedidas. Fue muy difícil romper la relación, decidir apartarte de alguien a quien amas, es un acto de generosidad para contigo mismo con el que he ganado tranquilidad emocional y eso, sin duda, revierte positivamente en la recuperación de la enfermedad.

Este camino, ha sido toda una experiencia vital que ha servido para reconocer mi debilidad y fortaleza, mis errores y aciertos, para motivarme a la hora de buscar las herramientas necesarias para reforzar mi autoestima, la confianza en mi misma, en mi intuición, para amar y respetar mi cuerpo, mejorar hábitos de alimentación y realizar deporte buscando el equilibrio entre cuerpo y mente.

Este proceso ha servido de motivación para seguir profundizando en la micropigmentación estética y sobre todo en la paramédica, reconstrucción de areolas, micropigmentación capilar, camuflaje de cicatrices, para esforzarme en seguir un protocolo higiénico sanitario médico, porque sé que durante estos tratamientos, tu salud, está en mis manos. Mi intención y responsabilidad es tratar de ayudar a otras personas, que como yo, puedan sentirse solas, desorientadas o desamparadas. Si me necesitas, estoy aquí para ti.

Mi gratitud por siempre a mi querida y pequeña familia, mi madre y mi hermana, por amarme y acompañarme de la mejor forma que han sabido, a mis amigos y maestros espirituales Pedro y Daniel, Daniel y Pedro, a mi hermana de vida Sara que siempre, siempre está ahí, con ella, no hay distancias; a mis amig@s por sostenerme en momentos difíciles, por mantenerse a mi lado y tomar la decisión de seguir acompañándome, a mi pareja, por ser un maestro y haberme mostrado lo fuerte que puedo ser en el mayor momento de debilidad de mi vida y a todas las personas que supieron estar ahí, mostrándome su apoyo y su amor incondicional, en las risas y en el llanto.

Siempre hay un motivo para celebrar la vida

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